Cómo lavar el edredón de plumas en la lavadora

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2011

Ahora que llega la primavera y que nos trae mejor tiempo, empezamos a hacer el cambio de armario y también de la ropa de cama. Decimos adiós a la ropa de abrigo más gorda y, con ella, al edredón. ¿Y cómo lavarlo antes de guardarlo? Te lo contamos:

En primer lugar, comprueba el tamaño del bombo de tu lavadora: si al introducir el edredón se queda completamente compacto y se llena por completo, recomendamos no lavarlo en casa. Aún así, os dejamos nuestros consejos.

Pero ¿cuándo lavar tu edredón? Lo mejor es hacerlo cada año y medio o dos años (si lo utilizas con una funda); y sino, si lo utilizas sin funda, cada vez que tenga suciedad, lávalo.

Antes de lavarlo revisa que no esté roto y que no tenga ninguna pérdida en gran cantidad de plumas (que se escapen algunas es normal). Si es el caso, siempre puedes coserlo con hilo y aguja. Después, lee la etiqueta del edredón para ver las recomendaciones de lavado. La mayoría están escritas con símbolos para saber bien cómo cuidar de tu edredón. Veamos algunos:

  • El icono de una ‘palangana con agua’ hace referencia a la temperatura del agua de la lavadora a la que debe lavarse el edredón. Si está tachado con una cruz quiere decir que no puede lavarse con agua. Si aparece una mano, quiere decir que se puede lavar a mano.
  • Por otro lado, el icono de un triángulo hace referencia a que se puede lavar con lejía. Si aparece tachado, no es posible.
  • El símbolo de un círculo dentro de un cuadrado remite al secado en la secadora. Si aparece tachado, de nuevo quiere decir que no es posible hacer uso de la misma; y, si aparece con un punto en su interior, recomienda que sea con un programa suave.
  • El símbolo de la plancha hace referencia a la temperatura de calor a la que debe usarse: si aparece un punto en su interior quiere decir que debe utilizarse a una temperatura baja, si aparecen dos puntos lo mejor es a temperatura media (máximo 150º), y si aparecen tres puntos, utilizar a máxima temperatura (no más de 200º).
  • Por último, el círculo. Hace referencia al lavado en seco. De nuevo, si aparece tachado, quiere decir que no se puede lavar de esa manera.

En cuanto al lavado en sí, no es necesario utilizar ningún suavizante. Elige un detergente que sea para tejidos delicados, y el lavado, igual: programa el que tenga el centrifugado más suave (para evitar que se apelmace y quede mal repartido). En cuanto a la temperatura, vigila que no sobrepase la recomendada en la etiqueta por el fabricante.

Una vez lavado, al sacarlo de la lavadora puede que lo notes más ‘débil’. Es normal, una vez seco recuperará su propio peso y cuerpo. Si no sabes si secarlo al aire libre o en la secadora, te recomendamos que elijas la primera opción. Es más lento pero más ‘saludable’ para tu edredón. Lo único que tienes que hacer es estirarlo en una superficie lisa y limpia.

Si prefieres utilizar la secadora, de nuevo ten en cuenta las recomendaciones de la etiqueta. No utilices un programa muy cálido y, un truco: introduce pelotas de tenis o pádel (unas 3), para evitar que se apelmacen las plumas. 

Por último, vigila bien el proceso de secado para ver si está siendo homogéneo. Tardará varias horas, pero solo así conseguirás el resultado esperado.

Una vez tengas tu edredón de plumas seco, ¡ya puedes guardarlo o colocarlo de nuevo!