Si hay algo tradicional y esperado por todos en Cuaresma y Semana Santa son las torrijas. Este rico dulce es típicamente español. ¿Sabíais que ya en el Siglo XV se consumían? Era un plato muy utilizado para la recuperación de las parturientas.
Hay tres recetas típicas, pero en todas el elemento imprescindible es el pan, que debe ser de varios días atrás para que la miga esté bien dura. Hay que cortarlo en rebanadas de aproximadamente centímetro y medio de grosor.
– Torrijas de leche / de vino
- La receta de ambas es muy parecida, simplemente varía la mezcla en la que empapáis las torrijas. Si son de leche, tendréis que pasar las rebanadas primero por ella y luego por huevo batido. En el caso de las torrijas de vino, debéis empaparlas en vino blanco y, una vez escurrido el exceso del mismo (colocando las torrijas en un colador), remojarlas en huevo batido.
- En una sartén poned aceite abundante y freíd cada rebanada. Cuando estén doradas, sacadlas y colocadlas sobre papel de cocina para que éste absorba el aceite.
- Espolvoread con azúcar y canela.
– Torrijas de miel
- Para realizar el almíbar de miel: hervid en un cazo 100 g de azúcar, 20 g de miel y un poquito de brandy. Una vez que la mezcla se haya dorado, añadid 170 ml de agua y esperad unos 10 minutos antes de quitar el almíbar del fuego. Reservad.
- Hervid leche, canela en rama y piel de limón. Retirad del fuego, quitad el limón y la canela, y añadid anís. Mezcladlo bien.
- Empapad las rebanadas en la mezcla y luego en huevo batido.
- Freídlas con abundante aceite y dejadlas enfriar sobre papel de cocina.
- Rociadlas con el almíbar de miel.
¿Cuáles son vuestras preferidas?
Saludos, Mateo
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