Todo llega y todo pasa, y empezamos a ver el fin de este duro invierno. Poco a poco nos despojamos de capas de ropa y nos damos cuenta de los estragos que los meses de frío han hecho en nuestro abdomen. Como cada año, seguramente estéis empezando a cuidar vuestra alimentación, apostando por cocinar verdura e intentando llevar una alimentación sana.
Habitualmente, asociamos comer verduras a comer ensaladas. Y eso en el mejor de los casos, porque para muchos de mis amigos, comer verdura es sinónimo de comida poco apetitosa y muy aburrida. Viéndolo así, es normal que nuestras buenas intenciones duren sólo unos días. A la mínima de cambio nos olvidaremos de esos nobles propósitos y caeremos en la tentación de tomar alimentos más apetitosos.
He de confesaros que yo he encontrado el equilibrio. Hasta hace unos años no era capaz de pensar más de 2 comidas vegetales (concretamente, dos tipos de ensalada) que me resultasen apetecibles. Pero luego descubrí que el secreto está en abrir la mente. De este modo, comprobé que comer verduras puede ser una experiencia deliciosa. Hoy, gracias a esa rutina, tengo las verduras totalmente incluidas en mi menú de una forma tan cotidiana que mi familia aún no se lo cree.
Cocinar verduras deliciosas, ¡hasta los más pequeños querrán repetir!
Siempre tenemos el dilema de la tortilla de patatas con o sin cebolla. ¿Y si sustituimos la patata por calabacín? Os sorprenderá el sabor y la textura tan parecida a la patata que coge, una vez cocinada. Y ¿qué tal una tortilla de patatas y berenjenas? Con pimientos también tendrá un sabor increíble.
Otra idea es cocinar la pasta, en cualquiera de sus variantes, con verduras. Lasaña rellena de una suerte de pisto, macarrones con zanahorias y brócoli (os sorprenderá)… ¡atreveos a probar variaciones y veréis como sabe mejor de lo que suena!
Si llega el fin de semana y queréis darle un toque más festivo a vuestro menú, podéis hacerlo sin olvidaros de los vegetales. Una pizza bien condimentada con espinacas y queso resulta increíblemente sabrosa.
Y por supuesto, no os olvidéis de una clásica (y facilísima de preparar) brocheta de verduras. Bien sea al horno o a la parrilla, es un plato delicioso, sano y súper ligero. ¡Lo tiene todo!
Espero que os ayude a mejorar vuestros hábitos. Me encantaría conocer vuestros menús.
Saludos,
Mateo