Todos hemos escuchado alguna vez que en los países más desarrollados se desperdician toneladas y toneladas de comida al día. Hoy os propongo hablar de la cocina de reciclaje. ¿Y si en vez de tirar las sobras las convertimos en manjares?
Os animo a “reciclar” los alimentos con algunas ideas sencillas.
Ideas para hacer cocina de reciclaje
El pan duro no tiene por qué acabar en la basura. Hay muchas recetas que se pueden hacer con él. Desde migas, picatostes o pan frito hasta desayunos como las tostadas francesas o postres como las torrijas.
Mi receta favorita son las tostadas francesas que, bueno, es cierto que no son precisamente bajas en calorías. Sin embargo, las tomo de vez en cuando para empezar el día ¡con energía y dulzura! Además, son muy rápidas de hacer: cortamos rebanadas de pan duro; las mojamos en una mezcla de leche, huevo, azúcar y canela; por último, las freímos en una sartén con mantequilla.
Si veis que vuestros tomates van a estropearse, y no tenéis previsto consumirlos, podéis congelarlos. Una vez descongelados no podréis tomarlos crudos (por ejemplo, en ensaladas) porque habrán perdido su textura en el proceso de congelación. Sin embargo, serán ideales para cocinar salsa de tomate, sofrito o un sabroso pisto.
En el cajón de la nevera se acumulan frecuentemente diferentes tipos de verduras, pero el tiempo pasa y empiezan a tener mal color. Antes de desecharlas, os propongo una deliciosa y sana crema de verduras, ideal para los meses de frío que se avecinan. A los que no os apasione las verduras, si le añadís queso a la crema, quedará con un sabor muy suave.
Estos son solo algunas ideas, pero apuesto que vosotros conocéis muchas más. ¿Me las contáis? Todavía tengo restos de comidas a los que no sé dar salida.
Saludos, Mateo