El microondas es uno de los electrodomésticos que más usamos en nuestra vida diaria. Calentamos el café por la mañana, descongelamos los tuppers para la hora del almuerzo e incluso damos un toque de calor al vaso de leche antes de acostarnos.
Sin embargo, es uno de los que más descuidamos a la hora de limpiarlo. Suele acumular gérmenes, y estos producen mucha suciedad y mal olor.
Por higiene, y para poder conservarlo durante más tiempo en buenas condiciones, es importante limpiarlo tras su uso.
Vinagre y sal
En un recipiente compatible con el microondas, añadimos 250 ml de agua y vinagre, además de una cucharada de sal. La mezcla se tapa con film transparente y se hacen agujeros con un tenedor.
Se calienta a máxima potencia durante 5 minutos. El vapor humedecerá las piezas y así se logrará desincrustar la suciedad. La reacción se deja actuar en el interior del microondas 10 minutos antes de abrir la puerta.
Ya solo hay que sacar el recipiente, retirar los restos con un paño o esponja y secar con papel de cocina.
También pueden añadirse unas gotas de zumo de limón para aumentar la eficacia.
Jabón lavavajillas
El segundo truco empieza echando una cucharada de lavavajillas Flota en un cuenco con agua tibia y metiéndolo en el microondas. Se deja el agua calentar un minuto a máxima potencia, y se humedece una esponja con la que se limpia el interior.
Cuando hay mucha suciedad incrustada, otro truco es introducir el cuenco con agua y lavavajillas Flota a máxima potencia durante 7 – 8 minutos. El agua caliente desbordará y cubrirá toda la superficie. Ya solo habría que pasar un trapo para retirar los restos.
Un trapo empapado
También es buena idea mojar un trapo de cocina convencional en un recipiente con agua y unas gotas de jabón lavavajillas Flota. Al sacarlo se coloca sobre el plato del microondas sin escurrir, calentándolo a potencia máxima prestando atención a que no se queme.
El vapor ayudará a desincrustar la grasa y los restos de comida. Con el propio trapo ya más frío, se puede terminar de limpiar antes de secar un un rollo de papel de cocina.
Al margen de estos trucos para eliminar la suciedad, lo ideal sería tener en cuenta una serie de recomendaciones de uso. Tan sencillas como cubrir los alimentos, pasar una bayeta húmeda después de cada uso o dejar la puerta abierta unos minutos tras usarlo.
