Ha llegado el momento. El verano se ha instalado para quedarse definitivamente y tú todavía tienes los chalecos de lana en el armario. Es hora de sacar la ropa de invierno y sustituirla por camisetas, bañadores y pantalones cortos. Pero ya que estás, aprovecha para deshacerte de aquello que ya no usamos y solo está ocupando espacio. Organiza tu armario con cabeza, definiendo bien aquello que dejas y a lo que es momento de decir bye bye. En este artículos os damos algunos trucos para hacer el cambio de armario.
¿Quieres algunos trucos? ¡Empecemos dividiendo toda la ropa en tres montones!
- Aquello que tienes claro que te vas a quedar al 100%
- Lo que sabes que ya no vas a usar, y vas a regalar, donar o vender.
- Por último las decisiones más difíciles, los “por si acaso”.
¿Qué son los “por si acaso” y qué hacer con ellos? Se trata de esas prendas que no sabes muy bien qué hacer con ellas, si guardarlas o tirarlas, esa ropa que te hace dudar hasta el último momento de cualquiera de las dos decisiones.
Para poder resolver todas tus dudas, tendrás que realizarte una serie de preguntas muy importantes.
¿Se trata de la típica prenda que te encanta, pero que en el momento de ponértela nunca sabes cómo combinarla? Si no consigues pensar al menos 2 posibles combinaciones, lamentamos comunicarte que seguirás sin ponértela la próxima temporada.
¿Te la has puesto en los últimos seis meses? Si la respuesta es que sí, adelante, guárdala. Si es que no, pruébatela e intenta buscar la razón por la que no has llegado a usarla, y tu mismo sabrás que hacer con ella.
¿Está manchada o rota? si es así, no te lo pienses, da igual lo mucho que te guste, es una prenda que debe ir directa a la basura.
¿Te queda grande o pequeña? Si no tiene solución o posible arreglo, ya sabes lo que tienes que hacer… ¡Una retirada a tiempo siempre es una victoria!
Finalmente cuando ya tengas seleccionada aquella ropa que te vas a quedar, es importante que la laves antes de guardarla, ya que si tiene alguna mancha, puede fijarse con el tiempo. Lo mejor es guardarla en cajas de plástico para evitar que la ropa coja humedad. Si tienes problemas con el espacio, opta por bolsas al vacío.
Y aquella que no te vayas a quedar, puedes venderla o desde Puntomatic te recomendamos que la dones. Hay muchas asociaciones y contenedores para ropa que tu ya no uses, y otras personas que lo necesitan se beneficien de ello.
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