Mi abuela no es que sea una superabuela (aunque para mi sí lo sea), pero tiene mil trucos que su experimentada vida le han hecho aprender. Algunos le llaman a eso “la voz de la experiencia”. Os voy a contar qué me ha enseñado a mí.
Los mejores trucos de abuela que me ha enseñado la mía
- Cada vez que tengo que abrir un bote al vacío recuerdo los mil y un recursos que usaba mi abuela, y que me dejaban patidifuso cuando, después de intentar abrir el bote una y mil veces, llegaba ella y ¡plop! en un segundo. Hay toda una colección de trucos para abrir tarros de cristal, aunque a mí el que nunca me falla es el de abrirlo usando guantes de goma.
- Todavía recuerdo el drama que montó mi hermana aquel día que, poniéndose sus pendientes nuevos, se le cayó la tuerca. Hasta que llegó la abuela, que, como siempre que se perdían objetos pequeños, colocó una media bien tensa en la boca de la aspiradora y la puso en marcha. En menos de 5 minutos la tuerca estaba otra vez en la oreja de mi hermana.
- Deseando llegar a casa para darme una relajante ducha caliente, se me quedó una cara de desengaño tremenda cuando, al abrirla, comprobé que había cal incrustada y el resultado fue que cada chorrito de agua salía en una dirección diferente. Para limpiarla, mi abuela envolvía la pera de la ducha con una bolsa de plástico con vinagre, la dejaba reposar toda la noche.
- Inolvidable aquel día en el nos dio por pintar en la pared del pasillo. Mis padres estaban al borde de la llantina cuando apareció la abuela con un bote de laca en una mano y alcohol en la otra. Roció con laca nuestros dibujos, mojó un paño en alcohol y aplicó sobre la laca… ¡solucionado!.
Saludos, Mateo
Imagen: Pinterest