La ropa de color negro es un fondo de armario, y es que lo mismo sirve para arreglarse o vestir de forma casual. El problema es que el negro dura bonito muy poco tiempo y, si no prestamos atención, en muy pocos lavados empieza a adquirir un tono grisáceo que poco o nada tiene que ver con el tono original.
Para evitarlo, aquí tenéis algunas recomendaciones para mantener la ropa de color negro en perfectas condiciones.
- Separad la colada por colores. Ya sabéis, es fundamental para evitar disgustos y despintes o desteñidos. Separando la ropa por colores a la hora de lavarla, conseguiréis evitar el traspaso del color oscuro a otras prendas de tonos más claros, reabsorbiéndose por parte de la colada posibles destintados.
- Lavad del revés: a la hora de poner la lavadora, aseguraos de que habéis dado la vuelta a las prendas. De este modo, evitaréis roces de los tejidos y que estos se rompan. A menudo, las pérdidas de color no son tales, sino desgaste de la cara exterior de las fibras.
- Recordad usar un programa de lavado en agua fría. Es fundamental a la hora de salvaguardar los colores, y más aún en el caso de estas prendas de colores más delicados. Además, intentad en la medida de lo posible usar programas de lavado cortos.
- Evitad la secadora, pues esta provoca un sufrimiento en la telas que ayuda a su desgaste.
- Tended la ropa del revés y evitando que le incida el sol de lleno, para evitar el clareamiento de las prendas. Y siempre buscando zonas bien ventiladas.
Además, puedes poner en práctica un truco casero muy útil para ayudar a que la prenda no despinte. Es muy sencillo y con un solo gesto veréis como realzáis y conserváis mejor los tonos negros. Consiste en añadir junto a la ropa, en el tambor de la lavadora, media taza de sal de mesa. Esto es sobre todo muy recomendable para prendas nuevas. De este modo, conseguiréis fijar el color y que el color negro sea negro durante mucho más tiempo.
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