Hay dos tipos de personas: las que sufren de oídos taponados cuando viajan en avión y las que no. Yo soy de las primeras, y es que no hay vez que me monte en un avión y me libre de esa molesta sensación.
Lo que sí podemos hacer es aplicar una serie de técnicas para que la molestia sea menor o podamos ir amortiguándola progresivamente.
En realidad, los culpables de que se taponen los oídos, que a veces puede llegar a ser doloroso, son las trompas de Eustaquio, que no son capaces de regular la diferencia de presión que ocurre dentro y fuera del oído a tiempo. Sabiendo esto, podemos echarles un cable para facilitarles ese trabajo y evitar los oídos taponados:
- Bostezad. No hace falta bostezar de verdad, simplemente abrid la boca como si estuvieseis bostezando sin complejos, y moved la mandíbula a izquierda y derecha.
- Masticar chicle es otra buena opción para destaponar los oídos, así como sonarse la nariz.
- Tragar saliva también ayuda a las trompas de Eustaquio a abrirse y aliviar la presión. Para ello, podéis ayudaros a segregar saliva con un caramelo. Otra opción es beber agua.
- Si estáis resfriados o en un brote de sinusitis, estad atentos porque probablemente se os taponen los oídos durante el viaje. Intentad que, durante el mismo, vuestros síntomas remitan todo lo que podáis. Si estáis tomando antigripales, es buena idea ajustar su toma para hacerlo poco antes de subir al avión.
- No os durmáis, o intentad no hacerlo al menos en los despegues ni aterrizajes, que es cuando mayor cambio de presión se produce. El hecho de dormir impide que podamos estar alerta a los avisos que vamos teniendo del desajuste de presión en nuestros oídos, por lo que probablemente os despertéis con una gran molestia, al no haber podido ir solucionándolo progresivamente.
Saludos, Mateo
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