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Llegó la hora, toca limpiar los azulejos del baño y la cocina. Sólo pensarlo da pereza ¿Verdad? Pues te aseguramos que no es tan difícil, sobre todo si sigues estos trucos y consejos básicos. No te pierdas nuestra guía para limpiar los azulejos de la cocina y el baño.
En primer lugar, lo primero que debemos tener en cuenta es que los azulejos de la cocina y el baño precisan de procesos de limpieza diferentes, ya que el tipo de suciedad que encontramos en ambos es también dispar.
La cocina es la zona donde se produce el mayor cúmulo de suciedad de la casa, provocado por el contacto directo y continuo de grasas al cocinar. Y claro, ¡este tipo de suciedad no es fácil de retirar!
Algunos de los pasos a seguir para realizar un mantenimiento y limpieza adecuada de los azulejos de la cocina son:
- Utiliza agua tibia y añádele el jabón. Remover hasta que se forme la espuma.
- Una vez preparada esta disolución, empapa una esponja y frota sobre la superficie de los azulejos.
- Este proceso debes repetirlo, pero esta vez con lavavajillas FLOTA o desengrasante.
- Por último seca bien todo el espacio con un paño seco y limpio.
En segundo lugar, nos encontramos con los azulejos del baño. Esta tarea, si se realiza a diario, es fácil de mantener con poco esfuerzo. Este espacio es también una zona de tránsito continuo y sus azulejos y baldosas suelen acumular mucha humedad ayudando a la aparición del temido moho.
Para evitar esto, puedes seguir estos paso:
- En un cubo con agua caliente, vierte el amoniaco o el vinagre.
- Moja el estropajo y limpia toda la superficie frotando los azulejos. Así quedaran además desinfectados.
- Por último, pasa un trapo seco por toda la zona, para mantener la humedad fuera de tus azulejos.
¡Si esto no es suficiente, aquí te dejamos unos trucos para conseguir ver tus azulejos más relucientes que nunca!
Cepillo de dientes
¡Sorprendido! Si, con tan solo un viejo cepillo de dientes, llegarás hasta los rincones y juntas más difíciles de alcanzar, eliminando toda la suciedad por completo.
Limpiar azulejos con Alcohol de quemar
Con un poco de alcohol de quemar y un trapo de algodón (evita los que dejan pelusa) conseguirás que tus baldosas adquieran un brillo perfecto. Eso sí, ventilar la habitación durante su uso y a posteriori es fundamental.
Vapor de agua
Tan sencillo como poner una olla con agua hirviendo en una habitación cerrada, tanto puertas como ventanas. El vapor humedecerá la suciedad y esta se reblandecerá, permitiendo su fácil eliminación.
Limpiacristales
¡Si piensas que solo sirve para limpiar las ventanas y cristales, estás muy equivocado! Solo tienes que pulverizar sobre los azulejos y con un trapo retiramos el líquido, así darás brillo y eliminarás partículas de suciedad que hayan podido quedar incrustadas.
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