A todos nos ha pasado alguna vez. Tenemos todo preparado, vamos a salir de casa vestidos para una cita especial y ¡horror! algo ocurre que nos puede arruinar el modelo escogido. Hoy os traigo unos trucos para salvaros en esas situaciones que pueden acabar en embarazosas.
Las cremalleras, esas pequeñas traicioneras
Las cremalleras, esos objetos tan útiles pero que acostumbran a jugarnos malas pasadas. La típica cremallera atascada, que no sube ni baja, puedes arreglarla untándole vaselina, cacao o incluso pasando una vela por encima.
El caso contrario es el de la cremallera del pantalón que desliza demasiado bien, desabrochándose continuamente. Este embarazoso problema se puede solucionar enganchando una gomilla a la cabeza de la cremallera (introduciéndola por el agujerito) y, a continuación, pasar el otro cabo de la gomilla por el botón de la cintura del pantalón. Se puede usar también un clip de oficina para este fin.
La carrera en las medias: un tipo de running que no está de moda
Un enganchón (incluso un roce con una esquina) o un tirón mal dado a la hora de colocarte las medias pueden arruinarte tu look. Antes de que la carrera se extienda, echa encima del desgarro esmalte de uñas transparente. No arreglarás la carrera, pero evitarás que se haga más grande.
Los zapatos, o mejores amigos o peores enemigos
Los zapatos son esos pequeños artículos de ropa que pueden destrozarnos por completo nuestro look o, si son incómodos, arruinarnos del todo nuestro día.
En el caso de que lleves zapatos de gamuza o ante y descubras una mancha, borra la misma (literalmente) con una goma de borrar. Si lo que ocurre es que has descubierto que tus zapatos te hacen daño justo en el momento de utilizarlos, ponte desodorante en barra en el pie, en la zona que te molesta el zapato.
Las arrugas, en la ropa, no son signo de madurez
Típico caso: vas a vestirte a contrarreloj y descubres una intrusa, en forma de fea arruga en la prenda. Desgraciadamente, este es algo que suele ocurrir además cuando estás fuera de casa, alojado en un hotel. Y es que pocas prendas resisten bien el ajetreo de las maletas y las bolsas de viaje, por mucho cuidado que se ponga. Soluciona el incidente y llega puntual a tu cita colgando la prenda en una percha y colocándola en el cuarto de baño mientras te duchas. El vapor de agua suavizará (o eliminará, según el tipo de tejido de la prenda) las arrugas.
Y vosotros ¿qué trucos usáis para salvar situaciones comprometidas con vuestra ropa?