Cuando se trata de elegir electrodomésticos solemos buscar alternativas que mejoren lo que ya tenemos u optimicen la inversión económica que vamos a realizar.
Además, gracias a Internet, tenemos la facilidad de informarnos previamente acerca de modelos, precios, gamas y prestaciones. Finalmente, la enorme oferta de aparatos en el mercado, junto a la gran cantidad de información de la que disponemos, puede hacer que nos sintamos más confundidos de lo que podríamos estar en un principio.
Esto es así incluso en los electrodomésticos más pequeños, como las planchas. Cuando me independicé y tuve que hacerme con mi primera plancha, recuerdo la sensación de inquietud e inseguridad que sentí. Un mundo de características que no sabía si eran malas o buenas, si indicaban algo importante o prescindible se abrió ante mi.
Por ello, hoy, varios años más tarde y con alguna experiencia de uso de planchas, os digo los puntos que podéis valorar si no sabéis cómo enfrentaros a la adquisición de vuestra primera plancha. Si ya habéis tenido experiencia con ellas, seguro que no necesitáis esta ayuda, pues conoceréis perfectamente qué debéis de mirar a la hora de adquirirlo ¿o tal vez se os pase algo por alto?
5 puntos clave para elegir la plancha perfecta
- Ergonomía: Nos os dejéis embarullar por la estética. Coged la plancha, mirad su tamaño y su peso. ¿Qué tal se adapta a vuestra mano? Es importante que no pese mucho, porque os dificultará el movimiento y os puede hasta lastimar hombro y brazos.
- Ojo a la base: Prestad atención a su material. Las de cerámica son ideales porque evitan que la plancha se pegue a la ropa.
- El vapor: Aunque, normalmente, que un electrodoméstico eche humo no es buena señal, en este caso el vapor es un buen indicador. Y es que, cuanta más potencia tenga la plancha, más vapor producirá.
- Termostato: es muy recomendable que la plancha que elijamos lo traiga. De este modo, ahorraremos electricidad y evitaremos posibles accidente de mayor o menor gravedad.
- Limpieza: que una plancha manche la ropa no es tan raro. Cuando los filtros se ensucian, al final esa suciedad acaba impactándose contra las prendas. Por ello, es muy útil que la plancha que elijamos disponga de tratamiento antical. Y, si tiene sistemas de autolimpieza, muchísimo mejor. No evitará que tengamos que limpiarla, pero nos ahorrará muchas molestias y parte de ese trabajo.
Espero que con estas pistas, lo tengáis un poco más claro a la hora de escoger vuestra primera plancha
Saludos Mateo