Después de la cena de anoche, las reuniones navideñas del mes de diciembre con los amigos, la cena de empresa y el turrón que llevo comiendo ya varias semanas, empiezo a notar los efectos de la Navidad en mi cintura. ¡Y esto sólo acaba de empezar! Así que hoy me he puesto manos a la obra para intentar quemar grasas y hacer hueco a las cenas y comidas que aún quedan. Porque las flexiones y las abdominales son muy efectivas, pero seamos sinceros, nunca nos acordamos o “tenemos tiempo” de hacerlas. En vez de eso, es mejor que integréis los ejercicios con vuestras tareas diarias. Os cuento los ejercicios que me han recomendado para mantener los kilos a raya y quemar los polvorones de la sobremesa, eso sí, con nuestros quehaceres diarios y sin tener que recurrir al gimnasio:
- Lo primero es olvidaros del ascensor. Es cierto, no hay nada mejor para quemar calorías que subir las escaleras hasta tu planta. Si vivís en una planta demasiado alta, podéis empezar por parar el ascensor a medio camino e ir aumentando poco a poco los escalones a subir.
- Pasad la aspiradora” exageradamente”: realizad movimientos amplios y enérgicos, intentando mover todo vuestro cuerpo en cada pasada.
- Al hacer la cama, aprovechad para hacer sentadillas, además vuestra espalda os lo agradecerá. Tendemos a flexionar la cintura en esta tarea, así que si a partir de ahora flexionamos las rodillas, nos costará más, quemaremos calorías y supondrá un esfuerzo menos para nuestra ya de por si castigada columna vertebral.
- Igualmente, haced sentadillas al hacer la colada: tanto al introducir la ropa en la lavadora, como al recogerla o al tenderla, son ocasiones ideales para tonificarse.
- Por supuesto, aprovechad para dar paseos cuando podáis, sobre todo ahora que las calles están tan bonitas.
Estas son mis rutinas para que la Navidad no se note en mi báscula, ¿tenéis vosotros alguna más?
Saludos, Mateo
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