Me encantan las fiestas de disfraces, aunque a veces me pillan un poco por sorpresa y tengo que ingeniármelas como buenamente puedo para salir airoso. Al final, con un poco de imaginación y habilidad he conseguido más de un disfraz que ha sido todo un éxito. Mi mejor iniciativa ha sido hacerme con un baúl de recursos para disfraces, donde voy guardando cosas que me pueden servir para fabricar un disfraz. Además, es otra forma de reciclar. Os confieso algunos de los «tesoros» que guardo:
- Los cojines podéis usarlos para daros volumen, en barriga, como joroba o alrededor de vuestra cintura. Incluso, para camuflar vuestra forma “humana” (si es que queréis disfrazados de algún objeto). Quizá sea un poco incómodo pero pensad que, si tropezáis, al menos caeréis en blandito.
- Ropa que no sea vuestra: recordad pedidle a vuestros amigos y familiares la ropa que ya no usen y que quieran desechar, tanto mejor cuanto más diferente sea su estilo de vestir al vuestro. Serán perfectos como disfraces improvisados, aunque también podréis usarlos como base de la que partir para elaboraros otros.
- Globos: un recurso baratísimo y que da mucho juego son los globos. Si no tenéis por casa del último cumpleaños, los podréis conseguir de diferentes colores y formas fácilmente. Aunque lo típico es pegárselos alrededor del cuerpo para disfrazarse de racimo de uvas, de frambuesa o de mora, si le echáis un poco de imaginación seguro que encontráis mil y un caminos creativos para usarlos.
- Si tenéis niños pequeños en la familia estaréis familiarizados con la goma eva. Guardad el sobrante de este material de sus manualidades, porque la goma eva es muy fácil de manejar y nos puede dar juego para disfrazarnos.
- Cartones, cartulinas y cilindros de cartón (de papel de cocina, papel higiénico o de rollos de tela) son también buenas materias primas de las que partir para nuestro disfraz. Tened siempre una reserva de estos materiales en vuestro baúl.
Saludos, Mateo
Imagen: Pinterest