5 playas de España que deberías visitar, al menos, una vez

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Hace ya varios días que definitivamente se instaló el verano. Si eres un intrépido playero, te habrás tostado al sol o buceado en diferentes costas. Y no te falta razón, porque en España tenemos 678 playas con bandera azul (siendo el país con más banderas azules). Lo cierto es que tenemos unas costas envidiables por el resto del mundo, y no es de extrañar la cantidad de turistas que recibimos a nivel nacional por ello. Pero, ¿las conocemos nosotros mismos? A menudo hablamos de las playas caribeñas con ojos golosos, envidiamos el agua cristalina y suspiramos ante esos paisajes idílicos que nos presentan los medios de comunicación. Os proponemos que investiguéis, porque en España tenemos playas que nada envidian al Caribe. Os traemos un ejemplo de 5 playas que deberíais conocer y visitar al menos, una vez en la vida (aunque estamos seguros de que querréis volver).

Playa de las Catedrales (Ribadeo, Lugo)

Aunque su nombre real es el de playa de Aguas Santas, no tendrás duda del motivo por el que se la conoce con este nombre tan sacro. Y es que esta playa de casi kilómetro y medio de longitud y considerada una de las más espectaculares del mundo,  está formada por un conjunto de acantilados (algunos de más de 32 metros de altura) que el mar y el viento se han encargado de erosionar formando unas impresionantes estructuras, con cuevas y pasadizos, que bien recuerdan a los arbotantes y pináculos de las catedrales góticas. Si la visitas, asegúrate de hacerlo con marea baja para poder apreciar bien la grandeza de estas construcciones naturales y caminar por la arena entre ellas.

Playa de Bolonia (Tarifa)

Definida como un paraíso por todos los que la visitan, esta playa del Sur de España, cerca de Tarifa,  es muy pintoresca por encontrarse junto a las ruinas de Baelo Claudia, un completo asentamiento romano que data del S. II a.C.

Si vas a esta playa te encontrarás con casi 4 kilómetros de aguas cristalinas y finísima arena blanca. Se caracteriza por una enorme duna que va ensanchándose, gracias al viento, con el paso de los años. Podrás elegir entre situarte cerca de las ruinas romanas (la que tiene mayor afluencia de turistas) o acercarte caminando a la zona de la duna, donde encontrarás una preciosa playa, con menos público, en la que podrás bucear en las cristalinas aguas de los pequeños acantilados de esa zona. O bien, si lo tuyo son las calas, puedes caminar en dirección contraria a la duna y descubrir las que allí se encuentran.

Como verás, esta playa tiene de todo.

Playa de Cala Compte (Ibiza)

Las Islas Baleares con conocidas por sus paradisiacas playas. Una de las preferidas por los turistas es la de Cala Compte, una deliciosa playa que produce un flechazo en aquellos que la visitan. Y es que, nada más llegar, esta playa te regala una vista de postal: arena muy fina y de aspecto nacarado, aguas cristalinas de un hermoso azul turquesa y con fondo de arena (aunque hay rocas en algunas zonas) y un precioso paisaje formado por un majestuoso islote frente a la cala (s’illa d’es Bosc) y varios pequeñitos que salpican el horizonte. Todo ello crean un entorno perfecto para que esta Cala Compte tenga la fama de disfrutar de la mejor puesta de sol de Ibiza. Eso sí, tanta belleza y tanta fama provocan que, en temporada alta, no sea precisamente una playa tranquila.

Playa del Papagayo (Lanzarote, Canarias)

Las islas afortunadas cuentan con multitud de playas dignas de visitar. Una de ellas es la Playa del Papagayo, en el sur de Lanzarote, declarada Paraje Natural y uno de los destinos favoritos de los turistas que desean relajarse. Esta popularidad es bien merecida: las calas que la forman (la playa de la Cera, playa de las Mujeres, playa del Pozo, la playa del Congrio, playa Puerto Muelas y playa de Papagayo) suman casi dos kilómetros de arena dorada y luminosas aguas cristalinas de color esmeralda que, gracias al buen tiempo de las Islas Canarias, son dignas de disfrute en cualquier época del año. Además, el hecho de que el agua permanezca inmóvil, la convierten en una especie de piscina natural ideal para que los niños jueguen en el agua sin miedo o se pueda disfrutar del fondo marino buceando. Son playas que busca el turista que desea desconectar y relajarse, pues están alejadas de todo. Por ello, ni busques allí tumbonas, chiringuitos ni restaurantes. Encontrarás habitual la práctica del nudismo.

La Granadella (Jávea, Alicante).

Esta cala de arena y grava, de 200 metros de longitud y situada entre acantilados,  es considerada uno de los tesoros del Mediterráneo por su gran belleza. Ideal para la práctica del submarinismo debido a su agua cristalina y a la gran variedad de especies marinas que se pueden encontrar, es bandera azul desde los años 80. Otro de los servicios que ofrece son los paseos en Kayac para adentrarse en la Cueva del Llop Marí (que fue zona de cría de la foca monje) y disfrutar de increíbles paisajes naturales.

Otro de sus atractivos es la existencia de una ruta que permite visitar el castillo de Granadella y la Torre de Embolo. ¡No te olvides las sandalias cangrejeras para poder darte un chapuzón sin miedo a lastimarte los pies!

 

Sabemos que hay muchas más playas dignas de mención en nuestro país. ¿Nos recomendáis las vuestras?

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