Si un coche pierde potencia o echa mucho humo negro por el tubo de escape, ¡necesita una limpieza de inyectores diésel! Como lo oyes, los inyectores deben estar sucios. ¡Te enseñamos a limpiarlos!
Es necesario hacerlo porque cuando no están limpios hacen que el coche no tenga un funcionamiento normal y que, entre otras cosas, consuma más combustible de lo habitual. Además de que el vehículo ‘pegará’ tirones en primera o segunda, incluso que no arranque si están taponados.
Limpieza con aditivos
La forma más práctica y económica de limpiar los inyectores es con aditivos. Consiste en añadir líquidos al depósito de combustible para limpiarlos. Es sencillo y barato, y está bien para llevarlo a cabo de vez en cuando, aunque no conviene abusar.
Se necesita aditivo limpia inyectores, un producto que deberás comprar específicamente para diésel. También necesitarás una botella para poner el limpiador, un medidor de presión y una manguera para presurizar el interior de los inyectores y eliminar contaminantes.
Consigue una llave Allen y una inglesa para desmontar el tornillo de la bomba de combustible y apretar el medidor de presión.
Manos a la obra
Para limpiar los inyectores de esta forma a penas tendrás que llevar a unos sencillos pasos. El primero y principal, leer las instrucciones de uso del producto que hayas comprado para poder aplicarlo correctamente sobre el depósito.
Cuando acabes, lo ideal es que vayas a dar una vuelta con el coche para que el líquido no se quede estanco y circule por todo el deposito de combustible.
Se debería repetir este proceso cada 50.000 – 60-000 kilómetros. Aunque puedan aguantar más tiempo limpios, si pasas de ese kilometraje podrás encontrártelos taponados y la limpieza se complicaría.
Y ya sabes cómo llevar a cabo la limpieza de inyectores diésel.