Veamos algunos consejos para elegir la bombilla más rentable para tu hogar
En primer lugar, tenemos que diferenciar la temperatura de la misma. La temperatura se mide en grados Kelvin y encontramos valores que van desde los 1.000 grados kelvin (más cálida, por ejemplo una cerilla) hasta los 10.000 (más fría, por ejemplo, la pantalla de una televisión). Las bombillas de color neutro rondan entre los 4.000 y los 5.000 grados kelvin; a partir de ese valor la luz es más fría y va desde una bombilla con luz blanca hasta la más azulada de todas y, por tanto, más fría. Para que puedas acordarte siempre de qué valor corresponde a qué temperatura, recuerda que los valores bajos (hasta el 4.000 o 5.000) tienen la luz más cálida y la temperatura más alta; mientras que cuanto mayor sea el número, más fría será la luz y más baja la temperatura.- Las primeras hacen referencia a las bombillas clásicas. A día de hoy se están buscando muchas alternativas a este tipo de bombillas porque desprecian mucha energía debido al calor que desprenden al calentarse. Es cierto que son baratas pero, en muchas ocasiones, como lo barato sale caro, estas bombillas no son la mejor opción.
- Las segundas son las bombillas que más duran. Han supuesto una revolución ya que, a diferencia de las primeras, no pierden energía en forma de calor al calentarse para generar electricidad.
- Las terceras y últimas son las bombillas halógenas eco o de bajo consumo. Estas se puede decir que serían las más rentables tanto por la naturalidad de la temperatura de luz que desprenden así como por la duración de la misma.